sábado, 21 de junio de 2014

CAPÍTULO VIII LA ARMONIA CON EL INFINITO

Infinito es el nombre que se le daba a eso tan demasiado grande y tan demasiado pequeño; términos que le damos a cualquiera de los dos, pero que, como su nombre lo indica, son cosas que no tienen fin.
El sagrado espacio no tiene fin y el átomo, en sus múltiples desdoblamientos, tampoco tiene fin, por lo tanto, es importante que,  nosotros estudiantes gnósticos, nos preparemos para vivir en paz y en armonía con el infinito.
Cuando nuestra mente, nuestra psiquis y nuestro cuerpo están en desarmonía, esto repercute en desarmonía con el átomo y con el cosmos.
Queremos decir con esto que, cuando el V.M. Samael nos enseñó la clave SOL: Sujeto, Objeto y Lugar, no fue otra cosa que invitándonos que estuviéramos armoniosos con nosotros mismos, que seria el Sujeto, con el Objeto lo que estamos haciendo, desde luego en concordancia con la psiquis y Lugar, identificar el sitio y, por ende, nuestra mente.
Son enseñanzas de la síntesis del Quinto Evangelio que en estos momentos le encontramos la tremenda relación que existe con la Obra del Padre que cada quien estamos realizando. Ahora bien, para vivir en armonía con el infinito es necesario que nosotros nos esforcemos en conocer el cuerpo de doctrina para ver en ella la concordancia que hay con el hombre, con el cosmos y con las Leyes de Dios.
Ejemplo:
"Si nosotros no cumplimos el Primer Mandamiento de la Ley de Dios, consideramos que hay otras cosas primordiales antes que ésa; no cumplimos con nuestros rituales, con nuestras obligaciones en el Santuario y no nos dedicamos a la muerte psicológica; Si consideramos que por nuestro trabajo o por nuestros compromisos sociales no podemos cumplir con nuestras obligaciones en el Santuario o en la Comunidad, estamos en desarmonía con el Padre KETHER, Primer Mandamiento"
"Si nosotros mentimos y no amamos al prójimo, estamos en desarmonía con CHOKMAH, el Cristo, Segundo Mandamiento"
"Si nosotros no sacamos tiempo para la meditación, para la oración, para la contemplación, es decir, no santificamos estas fiestas en nosotros, estamos en desarmonía con BINAH, Tercer Mandamiento ".
"Si nosotros no honramos en nuestra mente, en nuestras emociones, en nuestros hechos la presencia del Padre y de la Divina Madre, estamos en desarmonía con el íntimo, con CHESED, Cuarto Mandamiento ".
"Si nosotros matamos la vida, en cualquiera de sus formas y hacemos mal uso de nuestro cuerpo violando los principios de la vida, estamos en desarmonía con GEBURAH, Quinto Mandamiento".
"Si nosotros fornicamos con el sexo o con la palabra, estamos en desarmonía con TIPHERET, Sexto Mandamiento ".
"Si nosotros no ordenamos nuestros pensamientos, no llenamos nuestra mente de mística inspiración; murmuramos, robamos, estamos en desarmonía con NETZACH, Séptimo Mandamiento".
"Si nosotros nos valemos de la mentira falsos testimonios contra alguien o para lograr algo en nuestra vida, estamos en desarmonía con HOD, con nuestro astral, Octavo Mandamiento".
"Si nosotros deseamos, indiscriminadamente, a la mujer o la mujer al hombre, no comprendemos que esa mujer, sea quien sea, le pertenece al prójimo y que ese hombre, sea quien sea, también es ese prójimo, estamos en desarmonía con JESOD, Noveno Mandamiento ".
"Si nosotros somos arrastrados por la codicia en cierta forma por la envidia, no estamos conforme con lo que Dios nos da, estamos en desarmonía con MALKUTH, Décimo Mandamiento".
Ese infinito en nosotros no es otra cosa que las partes autónomas del Ser que constituyen los DIEZ SEPHIROTES; cada Sephirote tiene su propio mandamiento el cual hay que cumplirlo para que exista esa armonía.
Podríamos decir que los ELOHIM son los Sephirotes del Cosmos que permiten mantener el Universo en equilibrio y nuestros Sephirotes son los que nos permiten estar en armonía con el cosmos y el infinito.
La armonía con el Infinito se consigue con la Comprensión, con la Voluntad, con la recta manera de pensar, recta manera de actuar, recto esfuerzo y recta manera de ganarnos la vida con el Amor y con la Paz, es decir, la Divina Madre Kundalini con estas ocho reglas de vida lo que nos invita es a la armonía con el Infinito.
No olvide, querido hermano gnóstico, que el número ocho (8) es el número del Infinito, esto se lo digo para que haya mayor claridad y comprensión en la enseñanza dada por el Venerable Maestro Samael Aun Weor.
A nosotros, como sus discípulos fieles, sólo se nos es permitido explicar el contenido del mensaje dado por el Maestro, no se nos permite agregarle ni quitarle.
La armonía con el Infinito nos permite tener las tres(3) Virtudes Santas, que dignifican nuestra existencia, que son; " Tener la Luz, tener Conciencia y tener Voluntad".

¡ESE ES EL HOMBRE!.