domingo, 22 de junio de 2014

CAPÍTULO III SANTUARIOS GNÓSTICOS

Estos son lugares destinados para los actos litúrgicos, es decir, donde nos reunimos todos a adorar a Dios, a rendirle ese tributo de respeto, de obediencia y veneración.
Estos lugares deben estar acondicionados de tal forma que llenen los requisitos que nos exige la mística.
Los Santuarios deben permanecer en un total orden de aseo y de limpieza; no se deben tener dentro del recinto del Santuario cosas que no sean las estrictamente reglamentarias; en ningún momento se deben permitir dentro del recinto del Santuario polémicas o conversaciones que no concuerden con lo que allí debe hacerse.
Dentro de los Santuarios sólo deben haber conversaciones relacionadas con el Amor, con la Sabiduría. Se le debe enseñar a toda la Comunidad ese respeto, esa mística.
Recuerden hermanos que los Santuarios no son de nadie, son lugares que corresponden a una Comunidad que se reúne allí para rendir ese tributo a Dios, por lo tanto, debe existir armonía, amor, comprensión y, sobre todo, mística.
Si esto no es así, el Egregor del Santuario se daña, trayendo como resultado que allí se pierde la Fuerza y llegan las discordias.
En los Santuarios deben haber jardines con muchas flores, música clásica, pinturas alegóricas al drama del Cristo.
Incluir dentro de las conversaciones que allí se hacen la lectura de los Evangelios Crísticos. la Pistis Sophia, etc.