En el capítulo anterior analizamos el APOSTOLADO, el SACRIFICO, única forma de poder entrar donde el Cristo entra al Padre. Recordemos aquellas palabras que el Cristo repitió a sus Apóstoles, cuando dijo:"Donde yo voy no podéis ir vosotros", indicándonos que cada uno de nosotros tenemos que ir a nuestro Padre con nuestro propio Cristo íntimo.
La INMORTALIDAD es el trabajo que nuestro Cristo Intimo hace integrado con el Padre. La INMORTALIDAD es un drama cósmico que no corresponde con las formas ni la materia, es el AEON TRECE corresponde a la integración de los trabajos del HERCULES interior en la Luna, en Mercurio y en Venus.
Es el trabajo integrado de la Divina Madre con nuestro Cristo Intimo; de nosotras con la Madre; de nosotros con el Cristo y del Cristo con el Padre.
La INMORTALIDAD tiene que ver con lo que todos aspiramos en nuestro camino, en nuestra vida; es el resultado de una integración de principios humanos y divinos donde se busca llegar al máximo de la Sabiduría, del Amor y de la Verdad.
En la INMORTALIDAD necesitamos desarrollar al máximo la comprensión como principio fundamental para la integración de Dios. En este trabajo, la Divina Madre Kundalini es la que nos representa porque tenemos que bajar a los infiernos de nuestro Venus interior a trabajar desintegrando fieras criaturas demoníacas como son la Cierva Serenita y el Jabalí de Enmanto, bestias espantosas que nos confunden en el camino.
La Cierva Serenita haciéndonos sentir falsos amores y. el Jabalí de Enmanto con su arrolladora fuerza induciéndonos a la satisfacción de hechizantes y destructoras pasiones.
En la INMORTALIDAD comprendemos que el Amor ha sido el basamento de la perfección humana y los falsos amares el basamento de la perdición humana.
En la INMORTALIDAD encontramos nosotros el elemento básico de nuestro trabajo; allí está el punto que ha definido las dos fuerzas las cuales afirman y niegan la Obra y al Cristo. El Amor lo afirma, el Odio y la Pasión lo niegan.
La INMORTALIDAD es un fundamento en el cual debemos meditar y reflexionar diariamente.

