En el CAPÍTULO anterior hablamos sobre la inmortalidad, trabajo integrado del Cristo con el Padre, la razón por la cual vale la pena vivir y trabajar.
La TEMPERANCIA es el trabajo integrado de una mujer y un hombre que, a través de su inspiración, de su dedicación y del Amor, hacen que en su mundo, en su tierra filosofal, nazcan tres flores, una con una cabra, símbolo de la Inmortalidad. Encima de ellos nace una estrella de siete puntas, símbolo de la organización de su trabajo.
En la TEMPERANCIA necesitamos integrarnos con el segundo mandato de la Divina Madre Kundalini que es: ”TELEMA", invitándonos a reflexionar sobre nuestro trabajo, sobre el nacimiento y sobre la muerte. Sólo con la Voluntad podemos nosotros vencer a todas las asechanzas que nos origina la Legión, el yo.
La Voluntad es fundamento del trabajo. En la TEMPERANCIA nos tenemos que enfrentar a los trabajos en los Inflemos de nuestro Sol, donde, debido a nuestra inconsciencia, las tinieblas son muy densas; allí tenemos que trabajar, terriblemente, limpiando los establos de augías donde se encuentra depositada toda la Legión de Yoes Diablos; también se encuentran, alegorizando doce toros, simbolizando el Karma Zodiacal al cual estamos sometidos.
En la TEMPERANCIA tenemos que enfrentarnos, valerosamente, a transformar el sub-consciente en consciente mediante tres aspectos fundamentales de nuestra vida que son: "LA VOLUNTAD, LA COMPRENSION Y LA DISCIPLINA".


